martes, 16 de octubre de 2012


“Para Raskólnikov empezó entonces una extraña época; parecía como si una bruma se hubiese levantado de pronto ante él, envolviéndolo en una soledad irrespirable y densa. Al evocar después aquel tiempo, mucho después, hubo de comprender que había tenido como obnubilada la conciencia, y que tal estado prolongose, con leves intervalos, hasta que sobrevino la definitiva catástrofe”.
Fiodor M. Dostoyevski de su obra ‘CRIMEN Y CASTIGO’ (1866)

No hay comentarios:

Publicar un comentario