ARMONÍA COTIDIANA
Armonía cotidiana; me quedé pensando
después de cazarla -la expresión, claro está- al vuelo en un café.
Armonía cotidiana: quítate de en medio, ya
estás otra vez, anda, ven y dame un beso, que me dejes te digo, no seas tonta,
no seas pesado, ¿te acuerdas de ayer?
Armonía cotidiana: torpes pasos de un niño
pequeño tropezando por todas partes y montando un revuelo en medio del que se
hace imposible pensar en nada; uno sonríe porque no hay nada más qué hacer, y
aún así, sonríe convencido.
Armonía cotidiana. Dos amigos, dos
hermanos; ay cabrón, cabronazo, ya estás jodiendo otra vez; anda y quítate pa'lla que no tengo ganas de aguantarte
las chorradas; ya vendrás, ya, venga mozo, ponnos otra.
Armonía cotidiana. Lunes, martes,
miércoles, jueves y viernes, sábado y domingo también. Ar-mo-ní-a. Cotidiana y
musical, tan necesaria como respirar; la vida, sin ella, no sería vida ni
tendría sentido, ni merecería tenerlo. Armonía cotidiana, otro café solo para
continuar.