miércoles, 31 de julio de 2013

“Me siento extranjero en un país cuyo idioma no comprendo y donde todo el mundo me habla”.
Sergio del Molino de su obra LA HORA VIOLETA (2013)
"No se trata de escuchar hora y media de lo que piense cada uno, esto creo que lo hacemos en un bar y no necesitamos para ello una asamblea en una plaza".
José Mª Sanz, Loquillo preguntado acerca del 15-M a finales de 2012
"Los libros de un filósofo o un moralista han de estar relacionados con la vida de quien lo escribe, y si no hay equilibrio entre esas dos partes que se necesitan mutuamente (acción/reflexión), las palabras dejan de merecer la pena".
Igor Paskual de su obra EL ARTE DE MENTIR (2012)

martes, 30 de julio de 2013

EL HORROR
     El horror, decía el Coronel Kurtz -Marlon Brando en 'Apocalypse Now'-, tiene cara, y uno debe familiarizarse con él.
     El horror es una monstruosidad, dice el Diccionario de la Real Academia; el efecto de algo terrible y espantoso.
     El horror es un rostro incapaz de dibujar la sonrisa que le pertenece, el horror es el silencio de aquellos que ansían gritar y la distancia que nos separa del resto de los habitantes del mundo en que vivimos. El horror es el desconocimiento  del que se empeña en la ignorancia.
(vídeo: 'CHERNOBYL LEGACY')

domingo, 28 de julio de 2013

"He discurrido muchas excusas para justificar esta visita, pero todas resultan tontas y pueriles".
Clyde Fitch de su película BEAU BRUMMEL (1924)

jueves, 25 de julio de 2013

SI YO FUERA BUKOVSKY
Si yo fuera Bukovsky,
de nombre Charles,
para empezar...
no estaría usando
esta carísima pluma estilográfica,
tampoco oiría, creo,
jazz en lugar de a Mahler,
ni pensaría en la cena
sino en el vino de la cena,
incluso en un vino sin cena;
pero claro está,
si yo fuera Bukovsky
estaría muerto, enterrado y
todo lo demás.
Así que estas palabras
estarían firmadas
por un fantasma, un cadáver,
lo que quiere decir
que carecerían de valor
en el mundo de la lógica,
en el agnóstico globo terráqueo
del siglo veintiuno
-¿se escribe así?-;
entonces, todo este invento,
perdón, intento,
sería vano e inútil y
en lugar de pagar por falsas palabras
de Charles Bukovsky,
habrías pagado por palabras reales
de Israel Lozano y,
claro, no hay color.

martes, 23 de julio de 2013

ALGUNOS BUENOS RECUERDOS
     Cuando no era más que un crío, solía oír una canción que hablaba sobre los cambios; 'voy a tener que ser un tipo diferente -decía-, el tiempo me cambiará'. Y vaya si lo ha hecho... Pero no es de eso de lo que hoy quiero hablar; hoy no me importa el presente, no tengo ganas de prestarle atención, ni de preocuparme por el porvenir, el futuro. No, hoy me apetece echarle un ojo al pasado, a los ecos de lo que un día fueron bellas melodías acariciando mis oídos.
     Recuerdo un disco de Loquillo, 'El ritmo del garaje', que mi padre me regaló cuando tenía siete u ocho años. Fue el primero de los dos mil y pico con que cuenta actualmente mi colección personal, amén del origen de mi obsesión con el mundo rockabilly en general y con la figura del 'Loco' en particular. Recuerdo un bolígrafo retráctil de Inoxcrom; con él podría haber escrito algunos de los mejores poemas de la historia de la literatura, ¡era precioso! Recuerdo un libro de Joles Sennell, 'El lápiz fantástico', me enloqueció cuando lo leí con ¿siete años, seis? Lo mismo me pasó con 'Ha llegado un extraño' de Mollie Hunter y 'La nave fantástica' de Jordi Sierra i Fabra. Recuerdo ver a Miguel Indurain ganar un Tour detrás de otro, y recuerdo a Perico Delgado hacerlo antes. Recuerdo unos cactus enormes, unos higos plagados de espinas, una choza hecha con unas cuerdas, cañaveras y una manta. Recuerdo a mi abuela tejiendo en la playa, a mi padre clavando una sombrilla inmensa que parecía de punto y a mi madre sonriendo con un ridículo gorrito azul. Recuerdo a mi abuelo saliendo del mar con un par de medusas en las manos y frotándoselas por todo el cuerpo. Recuerdo un Seat Panda incursionando en un descampado mientras yo me pongo mi camiseta de la Selección Española. Recuerdo una vieja máquina de escribir, una Olympia SG3, y a mi padre aporreándola al tiempo que discutía con alguno de sus muchos amigos imaginarios.

domingo, 21 de julio de 2013

INSTRUCCIONES DE USO
     Si un día -bueno o malo será cosa que juzgar en otro tiempo y también, supongo, en otro lugar- llega a tus manos un cuaderno en blanco -poco importa si te lo has encontrado tirado en medio de la calle o en el fondo de un cajón de tu escritorio en el que no rebuscabas desde hacía quince años, si lo has comprado con la esperanza de dar forma en él a tu primera novela, o si te lo ha regalado tu hijo animándote a llenarlo de palabrejas y tachones para después pasárselo-, no olvides que no hay instrucciones de uso para el correcto ejercicio de meterle mano y empezar a pervertirlo; tan solo elige un bolígrafo -un lápiz también es válido, aunque yo prefiero el tachón al borrón, ya sabes, dejar pruebas- y lánzate a por cada hoja sin darle demasiadas vueltas.
     Después de todo, no conviene tomarse excesivamente en serio a uno mismo, y aún menos cuando uno toma conciencia de la posibilidad de su propia eternidad.
"Ni siquiera los alemanes pudieron destruir el mar".
Mary Ann Shaffer de su obra LA SOCIEDAD LITERARIA Y EL PASTEL DE PIEL DE PATATA DE GUERNSEY (2008)

viernes, 19 de julio de 2013

EL DÍA EN QUE CONOCÍ AL APÓSTOL JACK
Si no me equivoco era viernes,
como hoy -puede que haya sido hoy
después de todo-;
yo estaba cansado, agotado
tras un día de trabajo duro bajo el sol,
discutiendo con imbéciles a treinta grados
mientras sólo podía pensar en volver a casa,
abrazar a mi familia y decirles 'os quiero'.
Pero nada, los zoquetes insistían
-si tienen poder son más difíciles de digerir-,
así que tragué y seguí sudando profusamente.
Cuando llegué al hogar
el maldito teléfono me impidió disfrutar
de los besos y las caricias y la alegría
que suele invadir a aquellos hombres
que realmente son afortunados,
cuando abren la puerta de su morada
una vez han logrado volver a sobrevivir ahí fuera.
De repente, mientras una voz hostil
intentaba convencerme del fin del mundo
desde su cómodo sillón orientado, sin duda,
hacia un gigantesco aparato de aire acondicionado,
una evocadora melodía de piano me cautivó;
salía de los amplificadores de volumen
de la pantalla de mi ordenador y
me hizo recordar a cierto joven arrogante
al que solía tratar muchos años atrás.
Colgué sin despedirme y subí los decibelios;
ahí estaba él,
perro viejo curtido y sin coartada,
preparado como llevan siglos intentando estarlo
millones de jóvenes cada noche de viernes,
conocedor obvio de obviedades añejas,
predicador de la pasión, la alegría y el optimismo,
apóstol a la carga, listo para disparar.
¿Acaso alguien te va a dar más hoy?

domingo, 14 de julio de 2013

ASALTA TU SUPERMERCADO
      Dice mi amigo Juan Carlos, que es todo un revolucionario en potencia, que no se cree que de verdad haya tanta gente pasando hambre.
     -No puede ser tronco -me dice con cierta mala leche-, no me lo trago; si hubiese tanta necesidad de comer, la cosa no estaría tan tranquila.
     -¿Tranquila? -le pregunto yo, que soy bastante más dado a echarme las manos a la cabeza que él-.
     -Sí hombre, tranquila, sí. Mira Egipto, un año ha durado su presidente; que no haces lo que debes hacer en nuestra opinión, que es la de quienes te han dado el poder, no lo olvides, pues a la calle.
     -Me parece que la situación de Egipto es algo más compleja que eso -objeto-.
    -De acuerdo, pero la esencia es... cómo te diría yo. A nosotros llevan años dándonos lo nuestro, y ni con esas nos atrevemos a rechistar.
     -Hombre, y ¿qué me dices del 15M, por poner un ejemplo?
    -No me hagas reír -me suelta con gesto amenazante-, poco más que teatro; ¿en serio crees que así puedes conseguir algo? Que no somos niños de parvulario. Mira, sal cualquier día a la calle a eso de las ocho o nueve de la mañana.
     -Lo hago -le digo-, y mucho antes.
     -Pues se ve que no te fijas.
     -Fijarme, ¿en qué?
   -Tropecientos bares con cajas de Coca-Cola, agua mineral, zumos de frutas y sacos de bollitos de pan esperando en la puerta; fruterías con kilos y más kilos de tomates o peras o manzanas sin vigilancia de ningún tipo, lo mismo que los palés de pan de molde en medio de la acera, al lado del portón de servicio de cualquier supermercado de barrio. Si yo estuviese en la calle, muerto de hambre, no tendría el menor reparo en echarle mano a un par de esos tomates, a un bollo de pan y unos litros de zumo o agua, y saciar mi más acuciante y primaria necesidad.
     -Creo que veo por dónde vas -le confirmo-.
     -¿En serio? Entonces, dime amigo mío, ¿dónde están todos esos millones de parados, esos miles de desahuciados, los padres de todos esos niños que no tienen nada que llevarse a la boca?
     -Hombre, Juancar, me parece que lo que estás insinuando no tiene...
    -No tiene qué -me corta-, ¿razón de ser, lógica, justificación? Por supuesto, querido amigo mío, somos tan civilizados, tan juiciosos y abnegados..., a quién podría ocurrírsele insinuar que tal vez debiéramos dedicarnos al saqueo y al expolio por necesidad, o peor aún, parecernos a los egipcios, que prácticamente, y a pesar de ser una de las culturas más antiguas de la civilización, son unos animales subdesarrollados. A nadie, por supuesto; al menos, a nadie que tenga la posibilidad de soltar estas palabras y hacerse escuchar.
MAÑANA VUELVEN A SUBIR LAS TARIFAS DE LA LUZ
     Al fin, después de tres días oyendo un barullo terrible mezclado con risas frenéticas salir de su casa, una tropa de asalto del Cuerpo Nacional de Policía derribó la puerta de acceso al 4ºB del número 857 de la calle Valparaíso, morada de Don Ramón Pérez Piensa, a quien detuvo cuando se disponía a arrojar un taburete a la hoguera que ardía en el suelo, en el centro del salón, justo donde antes había una preciosa mesa de centro de estilo oriental que Ramón adoraba. Tampoco había rastro de las estanterías que solían estar pobladas de obras de Kafka, Unamuno, Dos Passos, Gogol y Cervantes entre otros. Por supuesto, ninguna de ellas parecía haber sobrevivido a la quema.
     Cuando le preguntaron acerca del motivo de su conducta, la razón de toda aquella locura, ramón, haciendo esfuerzos por no romper a reír, respondió: "ya no me quedaba dinero suficiente para comer y pagar el recibo de la luz. Además empezaba a hacer tanto frío aquí...".

viernes, 12 de julio de 2013

CONSIDERACIONES ACERCA DE LA FE
-EPÍSTOLA DEL TOLERANTE-
     Siendo yo crío, allá por los últimos ochenta y los primeros noventa, ser ateo en España estaba mal visto. No me entiendan mal, España estaba llena de falsos creyentes que se presentaban como católicos, apostólicos y romanos a pesar de que, en el fondo, no creían -o preferían no creer- en la existencia de Dios; hasta aquí ningún problema. Otra cosa bien distinta eran aquellos pocos irreflexivos que se catalogaban de ateos convencidos, lo que por aquellos días era, más o menos como en plena Edad Media, una herejía en toda regla. Muy pocos eran los osados o incautos.
     Los tiempos han cambiado; afortunadamente para las legiones de ateos -serlo está de moda desde hace unos años-, los creyentes se han vuelto tolerantes. En cambio, algo pasa con aquellos que rechazan la posibilidad de que exista un Creador. Ahora son los creyentes quienes se ven obligados a ocultarse de la luz del día que, saben y no creen, Dios creó para todos, todos nosotros.
     Ser ateo está de moda, le permite a uno convertirse en su propio dios y elevar así, todas y cada una de las máximas que se le antojen, al más alto nivel concebible de justificación moral. Ser intolerante, soez, irrespetuoso, retrógrado, desconsiderado, intransigente, vulgar o vengativo, es opcional. Aún así, cualquiera diría que todos estos calificativos han de acompañar indefectiblemente al ateísmo moderno; dónde está la tolerancia solicitada tiempo atrás para con los descendientes espirituales de aquellos criticables integristas espirituales. ¿Deben acaso los creyentes de hoy pedir perdón a los ateos actuales por las injusticias cometidas por la Santa Inquisición hace tanto tiempo que nadie podría asegurar si es descendiente de los unos o los otros -ateos o inquisidores de aquellos días-? Resultaría, en mi opinión, ilógico.
     De vez en cuando, he llegado a oír cosas como 'si tu dios así lo quiere...'. ¿Tu dios, mi dios? Para empezar se supone que hablamos de Dios, con mayúscula, a secas. Para un creyente Dios es, y no importa si uno ha decidido creer en Él o no. Es lo mismo que sucede si te olvidas de felicitar a tu madre el día de su cumpleaños; se sentirá decepcionada o dolida, incluso menospreciada pero, aún en el caso de que tu olvido la lleve a renegar de ti, nada podrá borrar el hecho de que fue ella la que te trajo al mundo. Es tu madre, y punto.
     No creo que sea mucho pedir que, en la misma medida que un creyente medio se abstiene de catalogar a cualquiera que se jacte de no acudir jamás a misa, ese mismo ateo no se burle de un creyente que decide bendecir los alimentos que se dispone a degustar. "Es que yo soy ateo -recuerdo haber oído en cierta ocasión-, no quiero que bendigas mi comida". El 'oficiante', muy tranquilo contestó: "bendigo nuestra comida, la de todos, no sólo la tuya, porque creo que es justo hacerlo y porque tu alma me preocupa tanto como la mía; en eso consiste mi Fe. En cualquier caso, si tú no crees que haya nadie escuchándome, qué daño puede hacerte que pronuncie unas cuantas palabras en voz alta dirigidas, según tú, a un ente imaginario; ¿tanto te cuesta dejarme ser feliz?".
     Hace años una amigo mío comenzó a mofarse cuando empecé a rezar al comienzo de un largo viaje, que, por otra parte, realizábamos en un vehículo de mi propiedad. Cuando le respondí, visiblemente enfadado, invitándole a callarse y guardar silencio durante unos minutos, él me amenazó con bajarse del coche si volvía a coartar su libertad para burlarse de mí. La Fe en Dios me permitió callar y no decirle "tú mismo, bájate de mi coche si es lo que quieres, pero, mientras estés en él, voy a rezar si me da la gana, y tú, te vas a callar; hay algo en este país que los juristas llaman 'libertad de culto'". Pude haber pronunciado estas palabras, lo habría hecho con razón moral, pero no con razón espiritual; esa es la tolerancia que Dios me regala, la misma que me gustaría que los diversos dioses a los que la mayoría de mis conocidos ateos rinden culto, les regalasen a ellos para mi propio beneficio y tranquilidad.

martes, 9 de julio de 2013

"No es la cantidad de páginas pasadas lo que enseña, sino el poso que deja la relectura".
Igor Paskual de su obra EL ARTE DE MENTIR (2012)

domingo, 7 de julio de 2013

LO VI EN 'PLATOON'
      -Lo vi en 'Platoon' -dijo el muchacho, y acto seguido le pegó otro mordisco a la lata de cerveza, haciendo que el dorado brebaje se desparramase por todas partes-; no tenéis ni edea de lo que quiero decir, ¿verdad? No me importa si sois blancos o negros, judíos o cristianos, o incluso musulmanes o budistas, altos, bajos, gordos, tirillas, ricos herederos o muertos de hambre, progres, conservadores, visionarios...; todos somos exactamente lo mismo, torsos peludos con un par de piernas, dos brazos y una cabeza que podría funcionar mucho mejor de lo que lo hace. ¿No creéis? 

viernes, 5 de julio de 2013

PALOS Y PIEDRAS
     La Bestia está aquí, entre nosotros; lee nuestros mensajes de móvil, escruta nuestros correos electrónicos, husmea en nuestros ordenadores, escucha nuestras conversaciones, fisga en nuestras listas de reproducción, hurga en nuestros archivos eliminados y estudia las canciones que más nos gustan. Por eso, a menudo, siento la necesidad de volver al papel y al bolígrafo; si alguien quiere espiarme, al menos, que se manche las manos forzando mis cerrojos y candados, y no los de un programa informático por el que pago cerca de cien euros al año y sólo existe virtualmente.
     Ya lo decía la Biblia, por su marca los conoceréis... A la cabeza me vienen unas palabras que hace años pronuncié para una cámara de vídeo bajo la influencia de Baco; palos y piedras -dije-, para abatir al inquebrantable y maligno futuro debemos dar un paso atrás, tomar impulso y ser más rápidos y fuertes de lo que hemos sido hasta ahora. Palos y piedras, hermanos, papel y bolígrafo.
"Uno puede llegar a conocer a quienes habitan una casa simplemente observando la ropa que cuelga de las cuerdas de su tendal".
Israel Lozano

jueves, 4 de julio de 2013

     Cuando uno habla sobre Filosofía y filósofos, suele mentarles -hacer alusión a sus palabras- en presente; por ejemplo: "dice Carlos Marx...". Esto se debe, en mi opinión, más que al hecho de que sus ideas continúen vigentes en nuestro tiempo, al respeto o admiración  o afinidad de quien lo parafrasea, otorgándole así al 'pensador' de turno una validez y razón que no siempre han de ser compartidas por el receptor del mensaje en cuestión.
     Hecha esta aclaración, decía el 'simple' de Max Webber que ser a la vez hombre de estudio y de acción, resulta un ataque a la dignidad de ambas vocaciones. Últimamente abundan los seguidores de su doctrina; en los países más desarrollados -o que pretender creerse y hacer creer al resto del mundo que lo son- se cuentan por millones.
     No hace mucho conocí a un tipo, un gran 'gurú' ideológico con fama de reaccionario, insurgente, polémico y qué sé yo cuantas cosas más. El caso es que después de varias horas de discurso unidireccional, me decidí a tomarle el testigo y ofrecerle una solución con la que afrontar los muchísimos problemas sociales que señalaba, todos ellos causa directa de la inacción de los ciudadanos de a pie de hoy en día: el propio movimiento como ejemplo. "Ah, no -me respondió con presteza cuando le insinué que podía contar conmigo si se decidía a hacer algo-, eso no; yo soy un ideólogo, un pensador, un motivador, nunca un brazo ejecutor. Eso no se me da nada bien". Le pregunté cómo podía estar tan seguro si nunca lo había intentado. "Créeme, lo sé -contestó con un tono muy digno, más propio de un catedrático impartiendo una clase magistral, que de un igual compartiendo anhelos e ideas-; a eso me refería, lo mío es pensar".
     ¡Hay que tener la cara bien dura! Salid a la calle muchachos, sublevaos contra todos esos mentirosos traidores y corruptos que ostentan el poder mientras se ocultan tras portentosos muros coronados con intrincadas alambradas y custodiados por funcionarios pagados por todos nosotros; cuando lo hayáis hecho y recuperado el poder, avisadme y yo acudiré veloz para enseñaros qué hay que hacer después.
     El hombre ha sido creado como un ser potencialmente completo, y a ello debe aspirar. Perseguir su perfección, cerrar el círculo. Sólo aquellos pensadores que se atreven a arriesgar su propio bienestar y comodidad por intentar iluminar a los demás, merecen mi respeto. Dice Igor Paskual, que no es filósofo ni ha creado escuela -de momento-, que los libros de un moralista que no están relacionados equilibradamente con su propia vida, llevan a que éstos pierdan su valor. Habrá que resucitar al señor Webber y presentarle al señor Paskual.

martes, 2 de julio de 2013

¿PACO...?
     La primera vez que entré allí debía tener quince, puede que dieciséis años; era una cena de Navidad que habían organizado unos compañeros del colegio para que todo el curso se reuniese y 'saliésemos' el último día de clase del año. En aquellos días Paco aún no regentaba el local, aún debía pasar por allí otro gerente antes de que él hiciese acto de presencia.
     De aquella noche recuerdo poca cosa; que cenamos bien y bebimos mucha sangría, que fue la primera vez que probé el tequila y también la noche en que conocí a Diego, supuesto primo comunal que todos nosotros compartíamos y que acababa de llegar de Bilbao con 'chocolate' del bueno. A eso de las dos de la madrugada mi padre fue a recogerme a la Plaza de América con su coche; cuando llegó yo llevaba un rato esperándole así que no tuvo que parar el motor, me metí dentro rápidamente y casi me pego un golpe con la puerta, él me preguntó si estaba borracho, yo me reí y le dije que no. Mentía.
     Durante los años siguientes las citas navideñas se sucedieron, los eventos se multiplicaron hasta llegar a los cinco o seis al año; después de un tiempo, incluso algún que otro viernes me acercaba hasta aquella cervecería al caer la tarde para tomarme una buena pinta de cerveza yo solo, aunque solía terminar charlando con alguien. Era fácil sentirse como en casa, en aquel lugar uno siempre encontraba amigos.
     Entonces llegó Paco y, al poco tiempo, yo me fui a vivir muy cerca, así que las visitas esporádicas se tornaron rituales semanales -de fin de semana en honor a la verdad-. Poco a poco conseguí arrastrar conmigo a algunos amigos, los pocos que aún no frecuentaban aquel lugar. Solíamos debatir en la barra acerca de filosofía y literatura, jarra de cerveza en mano, antes de sentarnos a una mesa algo apartada del resto y degustar exquisitas viandas que dudo mereciésemos. La cena se alargaba hasta la una o las dos entre chupitos de avellana o pacharán, cafés solos, copas de Jack Daniel's, cigarros puros y canciones de Tom Petty saliendo de un teléfono móvil prediluviano.
     Recuerdo que en cierta ocasión acudí allí en zapatillas y envuelto en una bata de cuadros escoceses. Tampoco puedo olvidar que mi mujer y yo nos pasamos dos días limpiando el papel pintado de las paredes cuando la ley anti-tabaco se hizo total.

     Ahora, unos dieciséis o diecisiete años después de aquella primera noche, el Trisquel echa el cierre -cosas de la crisis- y siento como varias docenas de miradas se vuelven hacia mí, esperando quizá, que le dirija unas palabras llenas de nostalgia a tan insigne lugar y a Paco, nuestro querido anfitrión. Podría hacerlo, tal vez debiera escribir un poema de lo más trágico y hacerles a todos llorar, pero no pienso prestarme a la falsa teatralidad. El Trisquel, por encima de todo, fue un lugar de amistad, de hermandad, de amor, un sitio en el que todos nosotros pudimos ser, sencillamente, nosotros mismos -honestos y auténticos- y en el que sentirnos, de vez en cuando, los reyes de todo lo que nos importaba realmente. Jamás fue un lugar triste en el que llorar, hoy no derramaré ni una sola lágrima en su honor, al contrario, pienso emborracharme, poner un disco de Tom Petty en mi anticuado equipo de música y reír como si de mi alegría dependiese el destino de toda la Humanidad. Más tarde puede que les escriba un mensaje a todos mis viejos amigos  para decirles '¡SALUD!'.

lunes, 1 de julio de 2013

AVISO URGENTE
     Éste es un mensaje prioritario para el pobre desgraciado encargado de tomar nota de todas mis conversaciones telefónicas y mis correos electrónicos, así como de todo aquello que pueda publicar a través de cualquier medio -este blog, por ejemplo-:
QUÉ TE DEN POR EL...
     -Ahora puedes apuntar en tu informe, algo así como "1 de julio de 2013; el sujeto número 87.325.558, sin ningún reparo, me invita a ser sodomizado, aunque no especifica por quién"-.