lunes, 30 de septiembre de 2013

"Yo quiero tener a mi hijo en los brazos para dormir tranquila y (...) aunque yo supiera que mi hijo me iba a martirizar después y me iba a odiar y me iba a llevar de los cabellos por las calles, recibiría con gozo su nacimiento, porque es mucho mejor llorar por un hombre vivo que nos apuñala, que llorar por este fantasma sentado año tras año encima de mi corazón".
Federico García Lorca de su obra YERMA (1934)

sábado, 28 de septiembre de 2013

ORO LÍQUIDO
     Si mañana el planeta entero se fuese a la mierda y no quedase nada de la sociedad tal como la conocemos, yo preferiría ser un tío con una buena reserva de aceite -de oliva-, a ser el que posee todo el oro del mundo. Supongo que él querría comprarme con su oro algo de mi aceite, yo en cambio, no necesitaría ni una pizca de su oro para conseguir otros alimentos; cualquiera querría cambiarme lo que fuese por un poco de 'oro líquido'.

viernes, 27 de septiembre de 2013

"Lo que John Williamson ha sugerido -que provocar una crisis artificial para desencadenar la reforma podría ser una medida positiva- debería interpretarse como una broma pensada para provocarnos e incitarnos".
John Toye, economista británico en 1993, tras asistir a un selecto congreso economistas, magnates y mandatarios mundiales en Washington
"Cuando nos centramos en la tortura y no en los intereses a los que ésta servía, es cuando empezamos a alterar la historia verdadera".
Yasmin Sooka, activista sudafricana del ANC (Congreso Nacional Africano)

lunes, 23 de septiembre de 2013

"El sentido de una película de arte y ensayo suele ser más intelectual o estético, y normalmente hay que llevar a cabo cierto trabajo de interpretación para entenderlo, de forma que cuando se paga para ver una película de arte y ensayo en realidad se está pagando por trabajar (mientras que el único trabajo que hay que hacer en relación con el cine comercial es el que tuviste que hacer para conseguir el dinero de la entrada)".
David Foster Wallace
AMOR VERDADERO
     Mi chica dice que soy buena persona, que soy lo que se entiende por 'una buena persona', a lo que uno suele referirse cuando habla de las 'buenas personas'; yo no lo tengo tan claro.
     -Una buena persona no siente la necesidad de mandar a la mierda a todos los zoquetes que se encuentra a lo largo del día -le explico-; una buena persona, de hecho, no considera que todos esos imbéciles a que me refiero lo sean realmente, sino que busca cualquier justificación para ellos. Una buena persona no tiene la tentación de escupir a alguien en la cara por muy detestable o miserable que sea, ni de romperle la boca a nadie aunque no pare de soltar estupideces y ofensas sin censura. Una buena persona no es así.
     Ella me sonríe, no sólo con los labios, también lo hace con sus tiernos ojos, y me dice:
     -Las buenas personas no dejan de ser humanas; también sienten la necesidad o el deseo, de cuando en cuando, de hacer cosas que normalmente rechazarían, tienen tentaciones y  a veces pensamientos tan oscuros que les asustan a ellos mismos. Una buena persona sufre y padece, y a pesar de todo el ruido que pueda retumbar en sus sienes, pese a toda la furia que pueda amenazar con explotarle en las manos al final de cada jornada, elige la paz, la sonrisa, la nueva oportunidad, la mejilla aún no sonrojada. Una buena persona...
     -Yo no soy una buena persona, mi amor -interrumpo yo-; tan solo soy un tipo empeñado en intentar hacer lo que una buena persona haría en mi lugar. Eso no me convierte en una buena persona.
     Ella vuelve a sonreírme, con la mirada y la boca, me acaricia el rostro y me dice:
     -Anda ven, abrázame y apoya tu cabeza aquí, sobre mi pecho.
     Yo lo hago; después ella añade:
     -Ahora descansa.

viernes, 20 de septiembre de 2013

"El individuo es quien descubre, quien avanza; es la persona individualmente la que cambia el mundo, las masas sólo traen destrucciones, me dan pavor".
José Mª Sanz, Loquillo
DIARIO DE UN LIMPIADOR PROFESIONAL:
ACERCA DEL LÓGICO DEVENIR DE LA ASUNCIÓN DE UN ROL
     Después de algo más de diez años dedicándome a limpiar la porquería de los demás, a recoger y gestionar sus desperdicios, algunos de mis clientes han terminado por verme como a una suerte de cubo de basura andante; me gritan, engañan, desprecian y menosprecian, dejando patente la opinión que mi 'sucia' actividad les merece. Da lo mismo que gracias a mi ellos queden libres de tener que vérselas con su propia mierda, para ellos yo no soy otra cosa que un gran contenedor de residuos, execrable y maloliente, un buen destino para cualquier flema expulsada a gran velocidad. De no ser también necesario, imagino que más de uno disfrutaría golpeándome hasta verme caer al suelo para después patearme hasta la muerte.
     Me pregunto dónde está mi espíritu combativo, dónde diablos se han quedado mis ganas de plantar cara frente a lo irracional y reescribir los malos guiones que jamás debieron ser dados de paso. Cualquiera diría que me he convertido en uno de esos patéticos personajes de las novelas de Toole o Bukowski, carentes de personalidad o afecto hacia sí mismos; Salavin a punto de partir. Antes yo no solía ser tan sumiso, tan apaático como si por mis venas no corriese sangre caliente y gitana, ...no; no permitía que nada me tumbase, que nadie me pisase -ni tan siquiera que lo intentase- y hoy, en cambio... aquí me tenéis, en el suelo y sonriendo, sin reaccionar ante la hipocresía y el despotismo, dejándome llevar por esta cruel marea.
     Hace años, recuerdo, heredé un viejo ejemplar de 'Juan Salvador Gaviota' en el que un buen día mi padre, pervirtiendo las honorables palabras de Richard Bach, plasmó sus impresiones acerca del vacío y la soledad que experimentan aquellos que, erigidos en pioneros exploradores, en él se adentran. Sentimiento de identidad; acuden a mi cabeza cuestiones eternas, ¿la historia se repite? ¿Estamos condenados a ello?
     Quizá se trate de eso; siempre habrá clientela para las prostitutas del capitalismo, la mayoría misóginos, rizando el rizo. Y, al fin y al cabo, eso es lo que soy hoy, un alma vendida al enemigo por un puñado de sucios billetes con los que poder seguir girando en esta maldita rueda en que el 'hombre' ha conseguido convertir a la sociedad de nuestro tiempo.
     Por el momento, se despide éste, otrora luchador y transgresor hombre, hoy simple deshecho humano, un despojo capaz -supongo- de cualquier aberración imaginable por unos céntimos más, la vergüenza máxima para aquel que fui. Con la vaga esperanza de, al menos, resultar de alguna utilidad para los que vengan detrás; sírvales de ejemplo y advertencia: como de la vida, de este juego uno sólo sale cuando ha tocado el suelo.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

CULTURA POPULAR (1)
     ¡Para el niño, para la niña! Oiga 'usté', lo tengo baratito; que lo traigo 'rebajao' ¡oiga!
     Camisetas rojas, verdes, blancas, azules, amarillas, negras y marrones; camisetas de cuatro tallas diferentes, plagadas de enormes, ¡no!, gigantescos logotipos con los que realmente, siempre que las llevas puestas, le haces publicidad gratuita a los fabricantes. No, no, espera... Es peor aún; tú eres el que paga por hacerles el trabajo de pasear su escudo, insignia, blasón -quién da más- imagen de marca, distintivo, emblema -etcétera, etcétera-. Cuanto mayor el logo, más caro el producto a pasear. Existen de hecho, camisas que, según cuentan las leyendas, tienen mangas y cuellos que sobresalen de un bordado que representa a un jockey montado sobre un caballo árabe que ocupa la pechera entera de hombres de noventa kilos y metro ochenta y cinco...
     Yo prefiero comprarme camisetas de tres euretes en el mercadillo, o de las que venden como ropa interior, entre cinco y ocho, sin publicidad, ¿a santo de qué voy a pagar yo por hacerle el trabajo a otro? Les haces los pertinentes kilómetros sin tener que caer en estúpidas conversaciones del tipo "ah, qué bonita camiseta, ¿es de Juanito Martínez?" No, coño; es mía, la he pagado, pregunta en la tienda.
     A mí lo que de verdad me gustaría es ser como Michael Jordan en sus tiempos, y que me llenasen la cartera por ir por mi ciudad pegando saltos y diciendo chorradas como "señora, no se lo piense más y simplemente hágalo". Y después, como decía aquel, a rascarla.

martes, 17 de septiembre de 2013

IROS TODOS A TOMAR...
     Tenía el grupo de rock Extremoduro un disco llamado 'Iros todos a tomar por culo'. Salió al mercado en abril de 1997, era un directo que los placentinos lanzaron a modo de grandes éxitos o recopilatorio de los diez primeros años de su carrera. En él se encontraban temas de gran contundencia y crítica social como 'Jesucristo García' o 'Ama, ama, ama y ensancha el alma', ácidas y afiladas baladas rock como 'Deltoya' y 'Bri bri bli bli', amén de alguna que otra desesperada declamación al más puro estilo Panero como 'Amor casto'.
     Extremoduro nació como grupo una década antes, en 1987, que fue el año de mi despertar al mundo de la música -concretamente, de la mano de Loquillo y su 'Ritmo del garaje'-. La verdad es que tardé varios años en cogerle el punto a los de Robe -Iniesta- y aún más en otorgarles el valor que después me merecieron, cuando en un concierto en Oviedo consiguieron deslumbrarme con sus larguísimos solos de guitarra recordando los de aquellos Deep Purple gloriosos de los 70. Llegaron tarde, pero lo hicieron armando jaleo, con rotunda contundencia.
     Últimamente me vienen a la cabeza a menudo aquellos primeros contactos con ellos; su falta de tacto -o tal vez, más que de ausente, debiera catalogarlo de áspero-, su crudeza y rudeza tamizadas a través del agradecido filtro de la desvergüenza, su descaro y esa sensación de inmediatez que sus canciones suelen transmitir, les convierten en los perfectos opositores a compositores oficiales de la banda sonora del descalabro político-social de estos últimos años. Basta echarle un vistazo a sus letras, incluso hay discos cuyos títulos resultan perfectas ilustraciones de algunos de los más significativos episodios de este comienzo de siglo; por ejemplo '¿Dónde están mis amigos?' Pregunta a la que alguno de estos a-mi-gos podría contestar, no con poca razón, con un sonoro 'Iros todos a tomar por culo'.

sábado, 14 de septiembre de 2013

IT ONLY TAKES A MINUTE
It only takes a minute
-or just a second with
fifty nine complete seconds left-
to fall in love with her
just seeing how she dances in
the middle of a crowded bar,
to break up laughing
after some kid's smile,
to start crying while watching
for the twentieth time
Hugh Grant on a romantic comedy
on a rainy Sunday afternoon,
to start riding the winding road
that used to take you home
long time ago.

But, it only takes a minute, too
to commit the worst crime
you could ever thought about
against human kind,
to start-up a war or
kill a simple man,
to finish with the smile
of a country, or the whole planet
while you are sitting your wide ass

on the damned top of the world.
"Instrumentos tan extraordinarios como la radio y la televisión, en manos de idiotas para generar pueblos idiotas...".
Armando Vidal, periodista del diario argentino CLARÍN.

domingo, 8 de septiembre de 2013

"Fui al matadero para observar lo que llamaban 'matanza eléctrica' y vi que fijaban grandes tenazas metálicas en las sienes de los cerdos, cuyos extremos estaban conectados a una corriente eléctrica de 125 voltios. En cuanto los cerdos tocaban las tenazas, caían inconscientes, se ponían rígidos y al cabo de unos segundos empezaban a convulsionarse como hacían nuestros perros cobayas. Durante este periodo de inconsciencia -como epiléptico- el carnicero mataba y sangraba a los animales sin dificultad alguna".
Ugo Cerletti, psiquiatra, acerca de su 'invención' de la terapia de electroshock (1954)

jueves, 5 de septiembre de 2013

LA REALIDAD... (capítulo 17)
     La realidad es que tu ayuntamiento te cobra una serie de impuestos por deambular por sus calles -que son las tuyas-, por pisar las mismas aceras que ocupan las terrazas de los establecimientos hosteleros que pagan, a su vez, otros impuestos por 'ocupar' esas mismas aceras por las que a ti te resulta más bien difícil caminar. Ese mismo ayuntamiento te cobra cada año un 'impuesto de circulación' con independencia de cuantos kilómetros te hagas dentro de tu ciudad, y gestiona ese dinero en poner más parquímetros con los que recaudar más dinero por un concepto que, de no existir la anteriormente citada circulación, sería imposible: el estacionamiento temporal. Eso sí, ni un sólo euro de ese dinero se reinvierte en asfaltar las calles con socavones y desperfectos que, mira tú por dónde, dificultan la correcta conducción, esto es, que imposibilitan la libre circulación de vehículos que pueden haber llegado a pagar dos veces por el hecho de ejercer su derecho a hacerlo. Ojo, esto no es cosa exclusiva de los ayuntamientos; qué me decís de las autopistas de peaje en las que, dadas las condiciones de determinados tramos del pavimento -que claramente no es mantenido como debiera serlo-, resulta un auténtico suicidio conducir a la velocidad que en las mismas se especifica. ¿Dónde cuernos está el Gobierno Estatal, ese formado por una colección de super-funcionarios que cobra sueldazos por, supuestamente, controlar cosas como 'la seguridad de los ciudadanos'?
     Habría que rescatar el espíritu de Thoreau, por imperativo moral y emocional; deberíamos negarnos, todos nosotros, a pagar nuestros impuestos, los estatales, los autonómicos y los locales, por incumplimiento de contrato -que digo yo que las promesas electorales debieran ser consideradas contrato verbal-, o por la sencilla razón de no realizar correctamente su cometido aquellos individuos que gestionan dichos tributos y cuyos sueldos provienen de estos mismos gravámenes. A un carpintero le pagan por fabricar una mesa -por ejemplo-; si la mesa está mal calzada, queda 'coja' y no ofrece el servicio para el que ha sido encargada, ese carpintero no cobrará por su chapucero trabajo. ¡Pues hagamos lo mismo con esta pandilla de politicuchos de gama baja que nos han crecido en el jardín de esta nación nuestra! Mandémosles a donde su actitud y sus desaires se merecen; a la mierda, como decía Fernán Gómez. A mí, personalmente, no me importaría que me amenazasen con enviarme a presidio por insumiso y 'objetor tributario', sobre todo si conmigo se apuntan otros cuarenta y pico millones de 'rebeldes'; entonces, a ver dónde nos iban a meter a todos.

lunes, 2 de septiembre de 2013

"Creo que debe haber alguna regla literaria que impide dedicar dos libros a la misma persona. Necesito romper esa costumbre para este libro".
Naomi Klein de su obra LA DOCTRINA DEL SHOCK (2007)