NOCIONES DE ‘MEMORÍA HISTÓRICA’

        Entre 1993 y 2002, Mario Antonio Conde Conde, más conocido como Mario Conde a secas, es condenado por apropiación indebida y falsedad documental, a un total de veinte años de prisión por el Tribunal Supremo.

        Pasan los años y todos recordamos, creo, cuanto tiempo permaneció realmente, y en qué condiciones, el otrora paradigma del perfecto banquero español, el modelo a seguir para toda una generación –y puede que hasta cinco o seis- de estudiantes de económicas. Después de cumplir el expediente en el ‘talego’, Conde comienza una fructífera carrera como empresario, tertuliano y escritor. Así llegamos a 2011, año en el que Conde publica ‘De aquí se sale’ (Grupo Planeta), donde el expresidentes del Banco Español de Crédito, nos revela al resto de los mortales la fórmula magistral con la que superar la crisis económica que atraviesa la nación. El tipo se pasea por cantidad de programas televisivos en los que cientos de jubilados, a los que en su momento el ilustre gallego estafó –hubo un tiempo en que Banesto era, para muchos, muchísimos ciudadanos el ‘banco de los españoles’-, aplauden como locos cuando un regidor sin escrúpulos saca a pasear el cartel indicado para llamar a la exaltación; “aplaudid imbéciles, aplaudid y olvidad”.

        Me imagino al amigo Mario, de apellido nobiliario, sentado en un cómodo sofá en su casa, pensando en todos los idiotas que convierten cada uno de sus libros en ‘best-seller’, mientras abre una botella de Moët Chandon y ríe hasta atragantarse y toser.

“Un pueblo tiene los gobernantes que se merece”.

Winston Curchill

“Un pueblo tiene los gobiernos que permite”.

Sophie Scholl

ALAN WATTS SE DIO CUENTA HACE MÁS DE CUARENTA AÑOS

Alan Watts (1915-1973)

“No te censures a ti mismo; otros lo harán por tí”.

Israel Lozano

EL OFICIO DE ESCRITOR (parte 3)

        Poca gente sabe lo que es que te duela de verdad la espalda; uno de esos dolores que te hacen plantearte cosas que de otra forma ni imaginarías, que atraen a tu cabeza imágenes de martillos impactando en tu cuerpo, o cuchillos clavándose en él y hurgando después.

        Jacob tirado en el suelo, rabiando, sobre una alfombra humedecida por la sopa que acababa de derramar cuando notó el agudo y punzante escalofrío del dolor. Durante los últimos tres meses esta imagen se había repetido con demasiada frecuencia, llegando a hacerle sentir que vivía en bucle.

        Después de un par de golpes secos contra los bajos del sofá, Jacob Martín luchó por erguirse, se acercó a su escritorio, echó mano a la botella abierta de bourbon que había sobre él, bebió un generoso trago tras el que se limpió con el reverso de su mano y, atrayendo hacia sí un cuaderno de notas y un bolígrafo, se puso a escribir.

“Lo escandaloso no es la explotación, sino lo gilipollas que somos. El día de la gran bifurcación, el que acertó no fue el capullo que bajó del árbol para convertirse en sapiens, sino el mono que siguió cogiendo fruta y rascándose la tripa”.

Jean-Michel Guenassia de su novela ‘EL CLUB DE LOS OPTIMISTAS INCORREGIBLES’ (2009)

SI EL DINERO NO IMPORTASE... TANTO

http://www.youtube.com/watch?v=OT91cUuOYq8

        Resulta que acusan a una serie de políticos de formar parte de una trama de evasión de capitales y cobros ilícitos a lo grande, con maletines paseando por toda la geografía española, desfalcos y blanqueos a lo bestia, sin el menor pudor.

     Entonces, en ejercicio de cristalina y ejemplar transparencia, algunos de los señalados deciden exponer públicamente su declaración de la renta.

        Ahora, veamos las reacciones del público…

        -‘Declarando para el pueblo’; ¿has visto Fermín?

        -¿Lo del periódico? Sí, tiene gracia cosa –Fermín, a pesar de su imperturbable sonrisa, no puede dar crédito a la noticia que recoge la prensa en el día de hoy-.

        -Escucha; ‘el Presidente del Gobierno, así como algunos de sus ministros y colaboradores acusados de formar parte de la trama que podría haber movido más de veinte millones de euros en dinero negro, publicarán en Internet, a lo largo de la presente semana, sus declaraciones de la renta de los últimos cuatro años’. ¡Hay que joderse!

        -Te diré Manolo; oye, ¿tú crees que ‘El Dioni’ ha incluido alguna vez en su declaración toda la pasta que trincó del furgón blindado aquel que robó?

“No te preocupes si tienes dificultades en matemáticas; puedo asegurarte que las mías son mucho mayores”.

Albert Einstein

        Como ciudadano del Estado español, ¿qué se supone que debo pensar cuando el Presidente de mi país, ante la pregunta de si es cierto lo publicado y difundido en los medios de comunicación, que le sitúan como partícipe de una trama de cobro de dinero negro durante unos cuantos años, responde “todo es total y absolutamente falso, salvo alguna cosa, que es la que han publicado los medios de comunicación”? Repito, ¿qué debo pensar; que es un poco ‘cortito’ o que es demasiado 'listillo'?

BREVES APRECIACIONES ACERCA DE CIVISMO Y URBANIDAD

        No voy a pretender negaros que me he levantado de mala gana hoy, más o menos como todos los días, cuando el maldito despertador ha sonado para recordarme que otra vez tenía que salir a la calle una fría madrugada de… ¿en qué mes estamos?, antes, mucho antes, de que el sol, aún sin calentar, por lo menos nos preste su luz.

        La verdad es que suelo salir de casa bastante enfadado con el mundo casi cada mañana; amo al ‘hombre’, es algo que no puedo evitar, pero por desgracia éste, tiene la mala costumbre de decepcionarme constantemente.

        Hoy, por ejemplo, me he cruzado con tres tipos que sonreían mientras tiraban una bolita de papel, hecha con el resguardo de alguna transacción bancaria o con una lista de la compra, sin el menor pudor, al suelo, justo a medio metro de una de las no sé cuantas papeleras que adornan el casco urbano. Unos cien han hecho lo propio con sus colillas. Cuatro muchachos han cruzado por un paso de peatones regulado mediante semáforo cuando éste se encontraba en verde para los conductores; uno incluso le ha gritado a un camión de reparto por pasar justo detrás de él a unos veinte kilómetros por hora. Exactamente la misma reacción de los dos viejecillos que han decidido saltar a la carretera para cruzar en medio de una curva que se encontraba en medio de dos pasos de peatones, a no más de ocho metros de cada uno de ellos. También les ha imitado otra señora entrada en años, pero ésta iba tan distraída con su teléfono móvil, que ni siquiera se ha percatado de que dos coches han tenido que frenar de golpe para evitar llevársela por delante. Me he encontrado con, al menos, quince bolsas de basura tiradas en medio de un parque, cerca de los columpios infantiles, la mayoría medio abiertas y dejando entrever su contenido; latas de conserva y restos de botellas y tarros de cristal rotos. Un coche de la Policía Local se ha saltado dos ‘ceda el paso’ y otro de la Policía Nacional ha desobedecido una señal de ‘cambio de sentido prohibido’ a pesar de no encender ninguna sirena o señal luminosa; de hecho, se ha parado a los pocos metros delante de un barecillo donde sus ocupantes se han sentado a leer la prensa. Una señora de cuarenta y pocos años ha dejado que su perro orinase encima de una pila de periódicos amontonados en la puerta de una cafetería mientras disimulaba buscando un mechero sin percatarse, digo yo, de que ya tenía encendido el cigarrillo que llevaba, humeante, colgando de la boca.

        Uno no puede hacer otra cosa que echarse las manos a la cabeza y preguntarse si no será verdad eso de que un pueblo tiene los gobernantes que se merece.

        Ahora son las siete o siete y media de la tarde; como decía aquella canción de los hermanos Van Zant, todo lo que puedo hacer es escribir sobre ello.

FRAGMENTO DE NOVELA INCONCLUSA

        Acababan de diagnosticarle ansiedad al bueno de Frank.

        ‘Ansiedad, ¿qué mierda de enfermedad es esa?’, se repetía una y otra vez; ‘lo único que me pasa es que estoy rodeado de una legión de imbéciles, im-béciles, que no saben distinguir sus manos derechas de sus manos izquierdas y poco a poco están logrando volverme loco. Pero, ¿ansiedad? ¿Qué mierda de enfermedad es esa?’.

PRUEBA DE LO IMPROBABLE # 20

        No hay ni una sola cámara capaz de captar una imagen con la precisión con la que el ojo humano observa.

        Esto le hace a uno pensar que resulta imposible alcanzar a Dios como ingeniero; ¿por qué, entonces, ese maldito empeño en comprender aquello que nos resulta ininteligible, en abarcar lo que, claramente, se nos escapa de las manos?