martes, 31 de diciembre de 2013


TÚ Y YO
Y, si abriendo el libro
encuentro entre sus hojas
recuerdos de mi voz,
dime, ¿qué he de hacer?
Llorarte no es divertido,
pero sin ti
no soy capaz de reír.
Que en cada herida
que se abra en tu corazón,
mi amor,
muera un poco yo.
Que con cada sonrisa
tuya, mi alma,
resucite mi valor.
Y mirando en tu espejo verme,
y mirando en mi estanque verte;
que no haya dos,
sólo uno,
tú y yo.

viernes, 27 de diciembre de 2013

BIENVENIDO JAVI
(poema para recibir a un sobrino)
No me creerás, sin duda,
cuando crezcas y veas
las altas montañas nevadas,
la eterna boina grisácea y
la constante pétrea lluvia,
no me creerás; pero
el día que tú naciste,
un veintisiete de diciembre,
aquí lució el sol,
tuvimos veinte grados y yo
sonreí.

jueves, 26 de diciembre de 2013

LO IMPORTANTE
     Te sientas y observas, eso es todo lo que tienes que hacer; eliges una mesa lo suficientemente alejada de la acción como para no interferir o formar parte de ella, aunque no tanto como para que puedas perderte algún detalle relevante, pides un café o una copa de vino, nunca algo de comer, podría distraerte. Entonces puedes optar por abrir tu cuaderno y dejar preparado un bolígrafo a su lado, listos para la acción, o bien, sencillamente abres bien los ojos y te limitas a observar; eso es lo que nunca debes olvidar, la piedra angular de todo el proceso, te sientas y observas.

martes, 24 de diciembre de 2013

“Hay pocas personas que no se hayan entretenido, en algún período de sus vidas, en recorrer a la inversa los pasos a través de los cuales su mente ha llegado a algunas conclusiones en particular”.
Edgar Allan Poe de su novela LOS CRÍMENES DE LA RUE MORGUE (1841)

viernes, 20 de diciembre de 2013

BIENVENIDOS A MARTE
(PRIMERA PARTE DE UN COMIENZO REPETIDO)
     Están llegando, puedo oírles acercarse, haciendo ruido con sus pesadas botas cansadas después de otro día al borde del abismo, riendo mientras surcan las infranqueables cordilleras de los nervios, silbando y cantando viejos blues llenos de recuerdos de noches compartidas.
     Se están acercando; unos vendrán con Fiodor, Patti y Charles, los de siempre. Otros traerán sus silencios, alguno llegará solo o, quizá, acompañado por el fantasma de Ángel. Puede que incluso Samuel y Jean-Paul se dejen caer, y que se traigan con ellos al bueno de George y al sigiloso Yevgueni. ¿Quién sabe?
     Silencio, ya llegan. Vienen cargados de expectativas, promesas nacidas a medio cumplir, sueños avanzando en su materialización con cada metro menos. Silencio, silencio... ¡un ruido! Han llegado, ya están aquí. Una vez más y como siempre, igual que al principio, dispuestos a dejarse sorprender por ellos mismos. Comience pues la velada, demos rienda suelta a la ilusión; pues la vida es un sueño, y los sueños, sueños son.
     Odio los apellidos compuestos. Bueno, la verdad es que no los odio, me alegran el día -siempre y cuando sólo se trate de un apellido compuesto y sólo esté compuesto por dos simples-.
Es importante
el material,
la materia
y lo demás.
No pienso cambiar,
no pienso parar;
es importante
no pensar,
no pensar,
no pensar...

domingo, 15 de diciembre de 2013

     Artur Mas i Gavarró, presidente de la Generalitat de Cataluña -o lo que es lo mismo, la Generalidad de Catalunya -, reclama al Estado español el derecho de la ciudadanía a decidir sobre las cuestiones que puedan afectar a su futuro, argumento que esgrime como justificación a su intención de realizar un referéndum de carácter independentista.
     Derecho a decidir sobre cuestiones que puedan afectar al futuro de cada uno... A mí esto me da que pensar; y, ojo, no es que tenga yo nada en contra de la reafirmación o la independencia. De hecho, por lo que a mí respecta, sería una bendición celestial que la coñazo de mi vecina del quinto se independizase. Pero no es eso lo que tengo en mente ahora mismo; más bien me ha dado por pensar en que, dado que tengo algunos clientes cuyas sedes sociales se encuentran establecidas en Cataluña, una posible independencia podría afectarme laboralmente, ya que imagino que las condiciones de facturación a empresas extranjeras, no comunitarias para más señas, deben de ser ligeramente distintas de las que actualmente se aplican a mis queridos clientes de Sabadell, Reus o Tarragona. Y claro, yo me pregunto: en su magnánima defensa de los derechos civiles y democráticos, y a pesar de no ser residente u originario de la comunidad catalana, ¿el genial señor Mas me permitirá votar y decidir sobre una cuestión que puede afectar, y mucho, a mi futuro?

jueves, 12 de diciembre de 2013

     Quería escribir; de hecho, podría decirse que eso era todo lo que quería, escribir. Soñaba con disponer de tiempo suficiente para sentarse en su sillón, delante de su escritorio, y verter sobre las hojas de uno de sus muchos cuadernos ríos de tinta negra con su viejo compañero de aventuras, un 'Parker' que su padre le había regalado hacía algunos años.
* * *
     Jacob Martín creció lejos de su familia -al menos de la mayor parte de ella-; solía sentirse un bicho raro, siempre con algún libro entre las manos, soñando historias que nadie más conocía y meditando acerca de cuestiones que no parecían importarle a ninguna otra persona. "Imagínate que el mundo es un huerto lleno de tomates y tú eres un maravilloso y lozano tomate, grande, rojo y tan apetecible que cualquiera se arriesgaría a aseverar que, más que sabroso, serás exquisito"; así le había explicado con diez años un psicólogo qué significaban los resultados de aquellas pruebas que indicaban que sus capacidades, a priori, parecían ser ligeramente superiores a las de la mayoría de sus amigos. "¿Un tomate grande y maravilloso -pensó él-; acaso debería aspirar a convertirme en gazpacho, o será mejor formar parte de una ensalada de verano en un chiringuito de la costa de Almería?".
     En total, la madre de Jacob hizo que le viesen tres psicólogos y un psiquiatra; todos ellos dijeron lo mismo. El primero era demasiado joven, el segundo muy viejo, la tercera mujer y el último se negó a recetarle algo.
     Primero conoció a Vanesa, amante del arte y pintora avezada, y a Andrea, lectora empedernida como él, silenciosa y con inclinación a la reflexión. Esa noche, Jacob escribió: cuando el dolor llega a ser tan grande que toca todo lo que encuentra a su paso, lo que menos importa es de quién es la culpa.
     Más tarde llegaron Sara y Clara. Sara no puede evitar emocionarse con cualquier proyecto que emprende, es... como un niño pequeño fascinado porque acaba de descubrir algo que todo el mundo cree conocer desde siempre; Clara es inteligente, racional y prudente. A Sara la inspiración le fluye por las venas; la mirada de Clara es todo candor, cuando te mira parece gritarte "eh, ¿sabes que tienes toda mi atención?". A Sara y a Clara les encanta la música, Sara persigue sus sueños a través de las manchas de tinta que toman forma en cientos de folios expectantes, Clara busca la verdad a cualquier precio a través de las diferentes avenidas de la razón. El día que Jacob las conoció sintió, por primera vez en su vida, que pertenecía a algún lugar; "hoy sé que todo lo que siempre he sido, es consecuencia inapelable de la sangre que corre por mis venas. Al fin, después de toda mi vida -pensó él-, puedo decir que soy, sencillamente, uno más de mi estirpe".
* * *

     Algunas noches, después de una larga jornada laboral y a pesar del cansancio, se atreve a encararse con el vacío blanco y pelearse con palabras difíciles de domar; duda acerca de sus propias posibilidades estando mermadas sus languidecidas facultades, pero a pesar de todo sucumbe a sus primitivos instintos y escribe. "Después de todo -se dice-, lo llevo en los genes".

domingo, 8 de diciembre de 2013

     Palabras desesperadas -o ¿serán a la desesperada?-, concebidas para convencer, para engatusar, para embelesar..., utilizadas sin control, con descaro, torpemente. Palabras amigas, palabras traidoras; palabras en cursiva, palabras en negrita. Palabras escritas en seis mil quinientos setenta y cuatro idiomas o lenguas diferentes; no hay quien se entienda con todo esto. Palabras que unen, palabras capaces de separar; fraternas palabras para la paz o violentas palabras para la guerra. Dulces palabras para la mentira, crudas palabras para el amor. Palabras que ayudan a definir otras palabras, palabras que definen ideas; palabras dispuestas a suplantarte en cualquier momento, cuando menos lo esperas.

jueves, 5 de diciembre de 2013

"El auténtico valor del ser humano viene determinado principalmente por la medida en la que ha logrado liberarse del yo".
Albert Einstein

lunes, 2 de diciembre de 2013

     Mentiría si dijese que salir de casa antes de que despunte el alba me llena de regocijo; especialmente en invierno, cuando las de por sí bajas temperaturas amenazan con caer un poquito más en cuanto el noventa y pico por ciento de tus conciudadanos, aún encamados, salgan a la calle.
     Aún así, hay algo en eso de ser uno de los avezados exploradores de cada jornada, un Daniel Boone matinal, que me sigue cautivando después de tantos años practicando ese deporte de riesgo que es madrugar.
    Me gusta, es cierto, salir de casa cuando sólo puedes encontrarte con repartidores de fruta fresca y pan recién horneado, o algún que otro vehículo descargando la prensa caliente a las puertas de un quiosco; cuando no hay riesgo de que alguien llame por teléfono e interrumpa tus pensamientos.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Cerumen oleaginoso amontonándose,
con impune temeridad,
en la alberca de bienvenida-verde.
Es cierto -me dices
ante aseveraciones tan incólumes-,
no diseñamos la puerta de atrás.