LAS
CLAVES
Las claves,
básicamente, son:
1. SONREÍR.
Con independencia de tu estado de ánimo real, da igual; si tu padre se ha
muerto y acabas de enterrar su cuerpo, por ejemplo, no es algo que pueda
importarle a nadie. Tú sonríe, con o sin ganas, contra viento y marea; siempre
sonriente.
2. COMER.
Aunque no tengas hambre; engulle con ansia, feroz y veloz, con gula e instinto
animal. De hecho, más que comer, debes zampar.
3. SONREÍRLE A
LA COMIDA -y por extensión, al resto de comensales que compartan mesa
contigo-. Dedícale un alegre gesto de satisfacción a cada bocado, deléitate con
todos y cada uno de los encuentros entre tu boca y el tenedor o la cuchara, muéstrate
eufórico en los preludios a la degustación final y jamás bebas de tu copa con
amargura o el 'morro torcido'; sonríe coño, sonríe.
4. BEBER, FUMAR
Y PROPASARSE -o, al menos, intentarlo-. Coñac, whisky, pacharán u orujo,
qué más da; lo importante es tomarte un buen trago después de cada 'feliz'
comida, acompañado por un señor puro, o por unos cuantos cigarrillos rubios,
mientras le sacas partido a la habitual disposición chica-chico -evitando
sentar parejas juntas- y le sueltas un par de burradas fuera de lugar a tu
vecina aprovechando, además, la genial coartada del 'trago de más'.
continuará...
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