martes, 28 de enero de 2014

HOY SÍ
     Primero te dejas insultar por un imbécil en medio de la calle mientras piensas 'mejor no entrar a trapo, no vaya a ser que...', más tarde un cliente te veja y pisotea los vestigios de la que aún podría ser considerada tu moral; tú no dices nada interesante, tan solo "gracias a usted, buenas tardes".
     ¿Qué importan las ganas que tengas cuando el mundo se empeña en decirte que no? A veces, todo lo que puedes hacer es quedarte en silencio, muy quieto, y mirar a los otros protagonistas de los siete billones de novelas escritas pasar frente a ti.
     Hay días en que piensas 'vaya, hay tantas canciones esperando ser escritas, que no sé por dónde empezar', así que no te decides a comenzar, y hoy es sólo un día más y todo permanece exactamente en el mismo sitio y, en el fondo, sientes que todo da igual; hoy tampoco te convertirás en el próximo Kerouac.
     Al cabo de cierto tiempo estás harto; lo peor es que ya no sabes qué hacer, sientes que tienes que moverte, pero no tienes ni idea de qué dirección tomar. Así que, sencillamente, comienzas a caminar, sin fijarte mucho en tu rumbo, sin prestarle demasiada atención a tus pasos y, sin darte cuenta de ello, sin quererlo ni pretenderlo, te encuentras con que te has convertido en un álbum de fotos de tu ciudad, en la crónica viva de un espacio reflejado en tus propias retinas; entonces piensas 'hoy sí'.

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