miércoles, 26 de marzo de 2014

LA TURBA
     ¡A por él! -gritaron-, tiene toda la pinta de poseer cosas de las que nosotros carecemos -a saber; honestidad, integridad, y una razón para hacer uso de ambas-.
     Federico, que observaba en la distancia, pensó: "vaya, así comienza una persecución".

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