LA TURBA
¡A por él! -gritaron-, tiene toda la pinta
de poseer cosas de las que nosotros carecemos -a saber; honestidad, integridad,
y una razón para hacer uso de ambas-.
Federico, que observaba en la distancia,
pensó: "vaya, así comienza una persecución".
Así comienza una "ejecución inminente" diría mas bien.
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