Hay
hombres que pierden
sus
camisas en noches insomnes
mientras
buscan incógnitas,
ideas
añejas y puede que obsoletas,
sueños
frustrados no olvidados,
amores
juveniles a los cuarenta,
unos
cuartos de más
en
el fondo de algún cajón,
compartiendo
espacio vital
con
un par de manuscritos descartados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario