Uno puede estar borracho perdido a las
nueve de la mañana sin por ello haber trasnochado, después de dormir
plácidamente durante siete horas en su cómodo lecho doméstico y habiéndose
levantado a las seis y cuarto de la mañana; es posible. Tal vez eso era todo lo
que necesitaba, un desayuno radicalmente novedoso y un poquito de acción.
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