sábado, 25 de octubre de 2014

CATARSIS
(preludio)
     Catarsis puede ser, sencillamente -y mucho más allá de las extensas definiciones que los diccionarios reglados nos regalan-, afeitarse las patillas por primera vez en veinte años.

(explosión)
     Tenía que hacer algo. Es cierto que él fue quien apretó el gatillo, como también lo es que nadie puso en sus manos aquel arma que había conseguido por sus propios medios en un almacén abandonado de la periferia reconvertido, desde hacia varios meses, en supermercado de lo clandestino. Es verdad, nadie le empujó para que entrase en aquella oficina medio enloquecido, vociferando ofensas y verdades atropellándose entre sí. Pero estaba claro que tenía que hacer algo; por su esposa enferma y sus dos hijos, por él mismo, ...por su familia.

(sentencia)
     Por definición, debe ser puntual, fenoménica; aunque pueda ser prevista en su gestación, una auténtica catarsis acontece en un punto horizontal y se expande en una línea vertical. Toda buena explosión controlada -en tierra- se desmanda en los cielos.

(conciencia)
     Y a pesar de todo aquel ruido y dolor que no le daba tregua desde hacía tres meses, seguía sintiéndose único culpable; incapaz de hallar solución, atascado en un bache que sólo él no había visto en el camino, convencido de merecer cualquier castigo.

(07:00 a.m.)
     Antes o después -pensó a gritos-, antes o después..., y tomó una cuchilla en su temblorosa mano derecha.

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