viernes, 19 de febrero de 2016

     Los hombres felices sonríen. Los hombres tristes, que odian que los demás sepan cómo son, sonríen para fingir una felicidad plástica ideal.
     Yo no sonrío, nunca, o al menos no siempre, no mucho; soy un infeliz hombre honesto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario