I SEE THE LIGHT
Todo el mundo tiene una historia que
contar. Puede hacerlo buscando culpables o asumiendo culpas.
Si todos nos responsabilizáramos de la
parte que nos toca en todo aquello que no marcha bien, nadie tendría nada que
reprocharle a ninguno de sus hermanos; iguales, sería más que un deseo, una
realidad, la única posible.
¿Por qué no avanzamos entonces, si sólo nos
costaría un pequeño paso? ¿Vago, egoísta? No, claro que no; el ser humano no es
un tibio incapaz del movimiento, ni un agujero negro con pretensiones
exageradas. Tan solo es -y de esto hablo por propia experiencia- un animalillo
asustado, temeroso de sus propios sueños, de que sus capacidades no alcancen la
medida de sus expectativas. Simplemente necesita una mano amiga en la espalda,
guiándolo firmemente a la línea de salida.
Dadle a todo hombre un buen par de
zapatillas y habladle de las vistas majestuosos que encontrará en lo más alto
de la más escarpada montaña, al final de su ascenso, y saldrá corriendo hacia
arriba.
Todo lo que necesitamos es confianza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario