Optamos por el silencio, elegimos la nueva
vida frente a las opciones añejas del pasado, tomamos partido por el
sacrificio. Tal es nuestro carácter, a la altura adecuada de la misión que nos
ha sido encomendado. Dentro de un par de siglos nadie hablará de nosotros,
nadie nos recordará; no importaremos más a nuestros herederos que a cualquier
otro desconocido. No creo que esto suponga un consuelo suficiente, pero al
menos representa una explicación lógica para todo lo que está pasándonos ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario