He
vuelto a colapsar, otra vez. Me he quedado bloqueado, incapaz de decidir sin
gritar -qué orgullo-, viéndome arrojado otra vez al camino que conforma el
maldito círculo del que no parece que haya sido capaz de escapar en estos dos
últimos años.
De
vez en cuando puede ser normal, no es necesario u obligatorio sentirse
impotente, culpable o fracasado. Pero eso no quiere decir que no joda; la
incapacidad de decidir, la dificultad para ver más allá del problema, el
bloqueo tanto físico como mental..., todo mi ser abandonado mientras una voz en
lo más profundo de mi cabeza repite "no, otra vez no".
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