domingo, 22 de abril de 2012


 BOSQUEJO DE UNA NOVELA
Bailando conmigo mismo, a solas; voy en un tren que sigue un ritmo infernal a través de sinuosos acantilados flanqueados por montañas de incomprensión y miedo y con una caída libre llena de incredulidad.
Da la sensación de que lo único que podemos hacer es sudar. Ninguno de nosotros es dueño de su propio cuerpo, hipotecamos nuestra voluntad en la entrada a cambio de otra noche más.
Todas las ideas son bien recibidas, ninguna escuchada. Luna llena ahí arriba; mañana vendrá la caída. Miedo en la altura que primero despertó tal atracción que ahora vagamos sin rumbo llenos de pretensiones.
El cuaderno de bitácora no da para mucho más; los ‘ciberpunks’ comandados por el ‘Gran Rebelde’ tomaron el control de la nave hace tiempo y el capitán continúa en paradero desconocido. Desaparecido él, quedaron algunos profetas pero, poco a poco, sus voces fueron quebrándose una tras otra. Ahora sólo quedo yo en medio de toda esta locura encerrada en el paraje más desolador, que un hombre pueda concebir en su mente, en medio de la noche más oscura.
Mi nombre poco importa. Son las doce de la noche del día ‘cero’; comienza un nuevo mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario