DESPEDIDA EN LO ALTO DEL ESCENARIO
Con el último beso abandonado a su suerte, supe que llegaba el final; no más días de feria
rescatados del luto, no más velo y no más Mizar, no más aprendizaje del ínfimo
detalle insignificante, no más notas en el garaje, no más improvisaciones en
casas ajenas, no más cumpleaños al sol, no más carreras para ser el primero, no
más conciertos.
No más sábados o viernes, no más domingos; no más jueves…
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