lunes, 2 de julio de 2012


¿EN QUÉ PIENSA UN QUINCEAÑERO QUE SE TOMA UN CAFÉ A SOLAS?
La máquina de café está caliente; después de quince minutos, está caliente. Acaba de calentarse, o de entrar en calor -según se prefiera confesar-, y ya es la chica más solicitada del bar de carretera.
Solo, doble con leche, cortadito…; veintitrés hombres se declaran y la solicitan a la vez.
El resto el día transcurre de una forma similar; silbemos y pidámosle lo que queramos. La máquina de café solo conoce un camino que empieza a hacer cada día a las 7 de la mañana religiosamente, aquel que está al frente. Cada vez más caliente.
. . .
Son las once de la noche; la mano del fiel esposo, el camarero, pulsa un botón, alguien ha cortado en seco la progresión.
La máquina de café duerme, descansa, se congela en medio de la soledad de la oscura noche.

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