La máquina comienza a
trabajar,
escupes palabras;
dos, diez, …varios
cientos de miles
de estúpidas palabras
innecesarias.
‘Hay que escribir,
no te pueden
olvidar’,
ya sabes; ¿qué harían
sin ti?
Los días pasan, te
dejas llevar;
‘hace dos noches
conocí a alguien,
me hizo reír.
Después acabé sólo en
casa,
llorando y
escribiendo poemas;
poemas tristes,
poemas rotos.
Poemas llenos de
ruido;
la obligada consecuencia
del hecho de sentir y
pensar’.
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