miércoles, 20 de marzo de 2013


HOMENAJE A DAVID LYNCH
     El hombre ¿nace o, entre todos, lo hacen? Un asesino, por ejemplo, hay quien dice que es víctima de su entorno y otros, en cambio, dirán que algo fallaba en su cerebro, o que era un cerdo sin escrúpulos desde el mismo día en que nació.
     Un escritor, ¿nace con su don o lo persigue infatigablemente durante toda su vida? Es cierto, de todo habrá. Pero, ¿qué tiene más valor, un tipo que explota sus habilidades al máximo, o aquel que exprime sus posibilidades hasta reventar? ¿Es más reprobable el tirano genético, o el otrora bienhechor reconvertido en poderoso déspota?
     ¿Quienes son más culpables, los que la cagaron o los que no tiramos de la cadena?

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