EL HOMBRE HIPERACTIVO
"Haces muchas cosas -le dijo-,
demasiadas". Estas palabras, como si fuesen la secuencia de inicio de
algún tipo de mágico ritual precolombino, activaron algo en su mente; toda una
serie de complejos mecanismos de procesamiento de preguntas y destilado de
respuestas se puso en funcionamiento.
Después de un largo proceso de formulación,
observación, replanteamiento, condensación y filtrado mental, todo quedó
resumido a una única pregunta: ¿cuántas vidas vivo cada día? A lo que
respondió: "por un lado soy el yo lector, por otro el yo escritor, soy el
yo padre y esposo aunque también soy (sigo siéndolo de cuando en cuando) el yo
novio; el yo corredor, yo atleta, yo nadador, yo aficionado a... ¡tantas cosas!
Soy el yo trabajador, jefe y empleado, el yo bebedor de cerveza y conversador
ameno y, por supuesto, el yo experto en perder el tiempo. Sí -se dijo-, hago
muchas cosas pero, ¿demasiadas?".
No hay comentarios:
Publicar un comentario