CADA MAÑANA, DESPUÉS DE OTRA NOCHE
IGUAL A LAS DEMÁS
Te roban la ilusión, poco a poco consiguen
dejarte vacío; llega un momento en que lo único que puedes hacer cada mañana,
mientras desayunas sobre la encimera de la cocina con un montón de cuchillos de
todo tipo adheridos a un imán frente a ti, es preguntarte con cuál de ellos te
segarías más rápido el cuello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario