Nada como comer un bocadillo en un banco congelado con el único rayo de sol del día, rodeados de nieve y hielo. Como música de fondo el correr del agua de un viejo lavadero y los ladridos de unos seis o siete perros que bajaban de la ladera de la montaña hacia el pueblo. Buena escapada.
Nada como comer un bocadillo en un banco congelado con el único rayo de sol del día, rodeados de nieve y hielo. Como música de fondo el correr del agua de un viejo lavadero y los ladridos de unos seis o siete perros que bajaban de la ladera de la montaña hacia el pueblo.
ResponderEliminarBuena escapada.