La torre aún conservaba la esencia de poder y fortaleza que antaño regía y gobernaba impetuosa en el horizonte y demás tierras que la rodeaban. Allí tenía su media pared todavía en pie, diciendo que todavía no me caído del todo, todavía estoy aquí; admirarme y poseerme; si podéis; porque aunque mis paredes se desperdiguen por la llanura. El espíritu que me rodea me hace invencible, atemporal e imbatible. Aquí os espero.
La torre aún conservaba la esencia de poder y fortaleza que antaño regía y gobernaba impetuosa en el horizonte y demás tierras que la rodeaban. Allí tenía su media pared todavía en pie, diciendo que todavía no me caído del todo, todavía estoy aquí; admirarme y poseerme; si podéis; porque aunque mis paredes se desperdiguen por la llanura. El espíritu que me rodea me hace invencible, atemporal e imbatible. Aquí os espero.
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