domingo, 22 de febrero de 2015

GATTACA
     Anton no podía entenderlo -"cómo lo consigues, cómo"-; él era más fuerte que su hermano, más joven, y estaba más sano -ningún problema crónico, nada como la cardiopatía severa de su hermano Vincent-. A pesar de todo le había ganado, una y otra vez; siempre conseguía llegar más lejos cuando jugaban a adentrarse en el mar, antes de decidirse a dar la vuelta al borde de la extenuación.
     -Cómo lo consigues, Vincent; ¿cómo has podido conseguirlo? -le preguntó por fin, después de años de rencor y odio fundamentados en la incredulidad-.
     -¿Quieres saber cómo lo conseguí? -dijo Vincent al fin-; así es como lo conseguí: jamás me reservé nada para la vuelta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario