GATTACA
Anton no podía entenderlo -"cómo lo
consigues, cómo"-; él era más fuerte que su hermano, más joven, y estaba
más sano -ningún problema crónico, nada como la cardiopatía severa de su
hermano Vincent-. A pesar de todo le había ganado, una y otra vez; siempre
conseguía llegar más lejos cuando jugaban a adentrarse en el mar, antes de
decidirse a dar la vuelta al borde de la extenuación.
-Cómo lo consigues, Vincent; ¿cómo has
podido conseguirlo? -le preguntó por fin, después de años de rencor y odio
fundamentados en la incredulidad-.
-¿Quieres saber cómo lo conseguí? -dijo
Vincent al fin-; así es como lo conseguí: jamás me reservé nada para la vuelta.
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