domingo, 5 de abril de 2015

EL ENCUENTRO (#2)
     Y qué más dará el nombre de la ciudad; pudo ser en Granada, en Poitiers o en Arcadia, en Londres, Tulsa... no es eso lo que realmente importa. Qué entonces; el... calor, el recuerdo del mismo y el calor que el propio recuerdo del primero desata. Qué es la memoria al fin y al cabo, poco más que un reflejo de algo que nunca fue exactamente como parece ser.
     Palabras: adjetivos, nombres... colección de atributos innecesarios; sólo el sudor parece importante.
     Ella estaba desnuda, sonreía; él, parado frente a ella, muy estirado, muy asustado, lloraba. La escena era ridícula, ella sobre la cama y él en calzoncillos gimoteando; y a la vez todo era tan hermoso... Su cuerpo -el de ella- esperando al de él, su última decisión, su salto definitivo, su arranque de valor final, un poco de caridad.
     Nada importaba cómo habían llegado hasta allí, qué pasos fueron dados en la prehistoria personal de ambos para terminar en aquella habitación de hostal a las cuatro de la madrugada, nerviosos, ansiosos, excitados y asustados. Los años no habían pasado en vano; tres, diez, quince... dos mil, qué más da. El sol comenzaba a asomar, otra vez, en el horizonte lejano; el encuentro se había consumado, y ninguno de los dos podría ya olvidarlo jamás.

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