MIÉRCOLES (O JUEVES, VIERNES... POCO
IMPORTA)
Piernas cansadas, gastadas; siento una
legión de hormigas metafísicas que corretea de arriba a abajo, paseando
incesantemente, de mis muslos a los dedos de mis pies, devorándome poco a poco
hasta la última célula epitelial que queda al descubierto en este ir y venir
frenético que sólo sirve para ratificar que, efectivamente, estoy muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario