DE PERFIL
Tienes que añadirle una foto a tu perfil,
me dijo; de 'Whatsapp', añadió al intuir que yo no tenía ni idea de a qué se
refería. Tengo, qué te parece; podría haberme recomendado: deberías añadir una
foto. Pero no, no debo, tengo que hacerlo.
Y cambiar el estado, tu estado, siguió
informándome; estás "disponible" por defecto -algo de lo que me
alegro, francamente, prefiero ser un tipo receptivo por defecto a ser un borde
intratable-. Y qué puedo hacer, me pregunté primero, qué debo hacer, le
pregunté después. Échale un vistazo a los perfiles de tus contactos, me dijo
mientras me quitaba de las manos el teléfono para trastear con él un rato y
devolvérmelo tras unos pocos segundos; seguro que de ahí sacas alguna idea.
Un mundo de posibilidades y secretos hasta
entonces ignorados, se abrió ante mí. Resulta curioso lo que uno puede decir
sin querer. Con el fin de facilitar la comunicación, los creadores-gestores de
esa famosa aplicación para teléfonos móviles, 'Guasap', 'Whatsapp', 'Guasas' o
como se escriba, completan un 'perfil' personal añadiéndole a tu nombre y
número de teléfono, una fotografía que tú les facilitas y un 'estado' que la
mayoría de la gente modifica a modo de 'lema'. Así, de los
"disponible", "en el cine", "ocupado",
"batería baja", "estoy durmiendo", "en una
reunión" y demás fórmulas predeterminadas ofrecidas por la propia
aplicación, la mayoría de la gente se desplaza -no tengo claro si a izquierda o
derecha- hacia una paralela que no siempre lo es del todo. Después de un rato
ojeando, me encontré con algunos 'estados' realmente memorables.
Hay quien se limita a poner caras
sonrientes, dejando patente que es una persona feliz, optimista, positiva;
algún despistado añade dibujos de copas de vermú o jarras de cerveza,
aclarándole a todo el mundo, jefes y compañeros de trabajo incluidos, por dónde
discurren sus inclinaciones lúdicas. Esto no es nada; un muchacho afirma que
"quisiera ser feliz siempre", es decir, rara vez lo es. Otro utiliza
una fecha para dejar claro que aquel día era especial; tanto que, quién sabe,
quizá, también sea su contraseña estándar para su correo electrónico o sus
tarjetas de crédito. "Al fin encontré un pez en el mar" me llamó casi
tanto la atención como "con dos
ovarios, so mamón"; tan desesperada la primera como cargada de
resentimiento la segunda. Finalmente me encontré con uno que, dado lo que ya
llevaba leído, no me sorprendió a pesar de lo ingenioso: "líquido tirando
a gaseoso"; toda una declaración de intenciones que, no sólo deja claro
que ha terminado por diluirse, sino que, además, ha comenzado, al menos eso
intuye el tipo, a volatilizarse.
Repe!! :D
ResponderEliminarHay un Safu entre nosotros.....