Una ciudad
despertando a oscuras,
yo luchando por
contener
mi necesidad de
escupirle
el poema que parí
ayer
mientras contenía mis
ansias homicidas.
*
* *
Mentiras acumuladas
en el cajón;
te obligan a creer en
ellas
siempre que suena el
despertador,
te obligas a dejarlas
pasar
cuando caes sobre tu
almohada.
No hay demasiado
tiempo, nunca,
y hagas lo que hagas
jamás importan mucho
tus ganas;
sólo la medida
despiadada
de esa maldita regla
inexacta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario