martes, 8 de octubre de 2013

TÓMATE ALGO
     Apenas quince segundos han pasado desde que, casi por casualidad, de pasada, en medio de una conversación que no tenía nada de trascendental, me han dado la noticia.
     Juan Luis y yo nos conocimos a base de compartir barra; al cabo de un tiempo, y a base de rosados y cervezas, terminamos por cogernos cariño. Yo le regalé mi ejemplar de la trilogía de la 'Fundación', de Asimov, él solía enviarme correos apoyando mis iniciativas y jaleándome de cuando en cuando. Acostumbraba a leer mis escritos; recuerdo cómo se le iluminó el rostro cuando leyó la dedicatoria que le escribí en mi primera novela, aunque no recuerdo qué diablos le decía en ella. Se podría decir que Juan Luis era mi seguidor; consultaba este blog dos o tres veces cada semana, me asaltaba en medio de la calle para preguntarme como iba mi última obra, me remitía artículos y escritos que pudiesen serme útiles y siempre estaba dispuesto a tomarse un café conmigo y charlar un rato. Creo que eso es lo que de verdad voy a echar de menos, encontrármelo camino a casa, apenas a unos metros, y dejarme convencer para tomarme un último café y tirarnos casi una hora soltando estupideces por la boca, riéndonos sin parar.
     Hoy no me despido de otro amigo, hoy no le digo adiós a Juan Luis; hoy, como él solía decirme a mí, os digo ¡tómate algo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario