domingo, 29 de junio de 2014

"En torno suyo, las caras de los empleados, cargadas de inexpresiva seriedad, parecían exentas de vida. Aquellas caras vacías, el cerrado conformismo que reflejaban, le producían a Rodell un tedio inmenso. Todos trabajaban en silencio, inclinados sobre sus mesas, y Rodell se inclinó sobre la suya, rodeado de cadáveres".
Antonio Rabinad de su obra 'LOS CONTACTOS FURTIVOS' (1956)

No hay comentarios:

Publicar un comentario