FIN
¿Quién
eres tú?
Y
yo... quién soy yo;
completos
desconocidos
buscando
algo mejor,
quizá
alguna esperanza
o
una última oportunidad,
el
reducto definitivo
en
el que sentarme a esperar
hasta
que terminen sangrando
estas
torpes manos mías.
Y
después...
-después
de tú y yo,
de
gobierno y obligación,
de
testamento y testaferro,
de
martillo y billetera-
...
derramarme,
ver
cómo mi cara se encoge
hasta
borrar el rostro
que
de mí la gente conoce;
eso
es todo lo que anhelo:
desaparecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario