jueves, 21 de mayo de 2015

AHORA QUE NO ESTOY (pt.04/18)
     A veces los motivos son sólo personales.
     No hace falta buscar ideales reencontrados, ni banderas desempolvadas de la memoria ya raída, ni reacciones en cadena comenzadas en las antípodas y que acaban de llegar aquí. El movimiento, el movimiento cíclico, que de eso se trata, siempre es unitario, y por tanto individual.
     Espero no dar a entender en ningún momento que mi intención es la de negar el movimiento 'para' los demás, Dios sabe que no hay circulación más digna y loable que ésta; al contrario, aquí se trata de eliminar -por considerarlo tan inútil como deplorable- el movimiento, 'por' los demás.
     Una vez más, y como ya es costumbre en mi, espero que todas las posibles confusiones sean finiquitadas en cuanto se tengan en cuenta las consideraciones etimológicas pertinentes.
     Cada viaje comienza cuando acaba el anterior; ¿en serio? Así debiera ser, pero la verdad... Lo único cierto es que cada casilla de salida se parece más y más a la anterior, y la mayor parte de las metas resultan ser tan familiares como predecibles con el paso del tiempo. Y todo lo que hay en medio..., tíos, primos, cuñados y demás parentela.
     Así que nos pasamos la mayor parte de nuestras vidas describiendo círculos, repitiendo formas, modos, o patrones de conducta que dirían los entendidos -esos que suelen tener sus paredes plagadas de papeles en los que figura su nombre completo al ladito de la firma de alguien 'importante'-. El eterno retorno, en él invertimos... no sé, ¿el noventa por ciento de nuestro tiempo? Puede que aún más. Y el resto nos lo pasamos intentando explicárnoslo a nosotros mismos, llegando a darle vueltas -qué curioso- incluso en sueños.
     Es como si ahí dentro, en el mismísimo centro de nuestro pecho, hubiese un imán que nos lleva siempre en una misma dirección, atraído por ese otro imán que espera al final de cada camino, listo para entrar en ebullición por contacto, y encender las brasas de todo eso que espera, latente, en lo más profundo de nuestro corazón.
     Lo cierto es que, lo sea o no, así es como creo que debiera ser. A veces los motivos son sólo personales.

***
     La casualidad, permitidme reír, es un animal tremendamente intuitivo e inteligente. Hoy mismo he recibido un correo comercial en que rezaba: “Más de 50 millones de personas en todo el mundo ya son clientes de Capital One. ¿A qué espera para ser uno de ellos?”.
     ¿A que se den de baja esos más de 50 millones de personas de todo el mundo?
***
     En cuanto al proceso circular, el movimiento..., vidas y más vidas vividas bajo un mismo nombre, con un mismo aspecto.

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