AHORA QUE NO ESTOY (pt.13/18)
Un par de bolígrafos y un bloc de notas: el
precio de mi salud.
Estoy sentado en la sala de espera de la
consulta pública -ojo, que he dicho pública- de mi médico de cabecera. Y
observo... Ahí llegan las elegantes hienas de la medicina, los comerciantes del
fármaco recientemente aprobado por ley; reiré todas tus gracias sobre
hipocondríacos con gripe en noviembre mientras tú, a cambio, sólo me oigas y no
me escuches -no mucho, no del todo-, te daré un par de bolígrafos azules y un
bloc de notas, sí, de los nuevos, esos tan chulos, a cambio de que me ayudes a
acercarme un poquito más a mi objetivo comercial para este mes que se me acaba
mañana o pasado.
Sé de lo hablo, he trabajado en ello. Mis
conclusiones después de varios años sonriendo sin muchas ganas a un montón de,
generalmente y con escasas salvedades, imbéciles: muy pocas cosas quedan en
este mundo que, incluso sin estar en venta, no tengan precio.
***
Subasta pública de concesión a particulares
para explotación por... ¡cincuenta años! Me hace temblar. Y pienso: ¿quién
cuidará de los niños pequeños y temblorosos cuando llegue el frío?
Adiós, preciosos parques colmados de
majestuosos y fértiles árboles bajo los que sentarse a descansar un día
cualquiera de mayo -el mes de La Virgen, el mes de las flores-. Hola, triste y
gris cemento que, como la enésima secuela patética de una película de serie B,
se amontona sobre más triste y gris cemento.
Palabra clave para el oportuno triunfo
individual dedicándose al duro oficio de la política urbanística:
'recalificación'.
***
Con que gusto escupiría sobre todos
vosotros.
Nadie quiere hacerse cargo de la
prostitución; ¿legalizar, regular? No, por Dios. Y mientras, ni un solo
ayuntamiento sin, al menos, una preciosa puta que sonría desdentada.
Así que, sí, me encantaría escupiros en
vuestras caras de rata a todos vosotros -o tal vez, a todos ellos-.
***
Cada día me da menos miedo decir lo que
pienso; ¡adiós censura! Adiós maldita y abominable censura.
Mientras tanto, por si aún no os habíais
dado cuenta, ahí va la otra gran revelación que me ha sido confiada: una
generación de -sin ningún pudor, por favor- MENTIROSOS nacidos de la lucha
contra las verdades a medias, dan sentido y definición a un nuevo término, el
de lo 'políticamente correcto'.
Larga vida a la idea de prisma, como algo a
través de lo que observar y ver distintas cosas.
A estas alturas, ¿a alguien le extraña que
me deleite con la idea de ver mi saliva salir disparada de mi boca hacia
determinados rostros?
***
En fin, es hora de... ¡vaya! -me encanta
esta interjección-, al fin mi nombre suena a través de los altavoces de
megafonía de la consulta. Mi médico de cabecera me ha llamado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario